Gracias a una rápida acción y colaboración, el centro comunitario de una pequeña ciudad mantiene sus puertas abiertas.
El 31 de agosto de 2023, la Tri County Community Network (TCCN) de Burney, California, publicó en las redes sociales que tendrían que cerrar sus puertas a menos que pudieran recaudar 70.000 dólares en poco tiempo.
A Megan Conn, directora de programas de la Community Foundation of the North State, esto le sorprendió. El CFNS se encarga de gestionar y distribuir fondos a organizaciones benéficas del norte de California. Han colaborado con la TCCN en subvenciones en el pasado.
Reconocer los retos
«Burney es una comunidad pequeña y desatendida de las montañas del norte de California que históricamente se ha basado económicamente en la tala y la extracción forestal. En los últimos años, han tenido problemas con la mitigación de los incendios forestales y la pandemia. El TCCN es un centro de recursos familiares sin ánimo de lucro que ofrece programas y apoyo a familias trabajadoras y con bajos ingresos, incluida una guardería asequible después del colegio y durante el verano», explica Megan.
En Burney viven unas 3.000 personas, y más de 50 familias dependen de la TCCN para el cuidado de sus hijos. También ofrecen formación laboral, revisión de currículos y ayudan a los miembros de la comunidad a encontrar trabajo si lo necesitan.
Cuando Megan y el equipo del CFNS vieron el anuncio, se dieron cuenta de que los recientes retos a los que se enfrentan las organizaciones sin ánimo de lucro podían ser la razón del posible cierre.
«Han tenido problemas desde que falleció uno de sus anteriores directores generales. También están todos los factores que afectan a las guarderías rurales en este mundo pospandémico, como la escasez de personal, los aumentos salariales, el aumento de la demanda de servicios y la inflación, que les dificultan mantenerse abiertas», explica.
Evaluación de la situación
«Estudiamos lo que tenemos disponible en el Fondo Comunitario para ver cómo podíamos ayudar. Tenemos unos 150 fondos diferentes y trabajamos con sus donantes para distribuirlos entre organizaciones benéficas. La mayoría de los fondos están restringidos a determinadas causas o zonas geográficas», explica.
El CFNS abre dos veces al año el plazo de solicitud de subvenciones a organizaciones benéficas y sin ánimo de lucro. Puede ser un proceso competitivo, pero su objetivo es ayudar al mayor número posible de organizaciones.
«El Fondo Comunitario Regional de Burney, que cuenta con el apoyo de Pattern Energy, se destina específicamente a cubrir las necesidades de la zona de Burney. Normalmente distribuimos esos fondos a través de nuestro ciclo de subvenciones de primavera y tomamos decisiones con paneles rotatorios de voluntarios de la comunidad para decidir a dónde van esos fondos», explica.
En lugar de recurrir a esta fuente, se dieron cuenta de que tenían otra opción.
«Separado de este fondo está el Burney Regional Community Fund Endowment, que creó Pattern Energy. Ese fondo ganó unos 25.000 dólares este año, así que pudimos destinarlos a la causa», explica Megan.
Estos fondos dieron el lanzamiento a los esfuerzos de recaudación de fondos para ayudar a la TCCN a alcanzar su objetivo de 70.000 dólares. Junto con las donaciones paralelas de otros donantes regionales, este esfuerzo garantiza que el personal de la TCCN siga trabajando, que los niños tengan un lugar seguro al que acudir y que los padres puedan ir a trabajar sin preocuparse por el cuidado de sus hijos.
«Es una bendición contar con el apoyo de Pattern Energy a través de este fondo. Estamos muy agradecidos», dice Megan.
La unión hace la fuerza
Con más de un tercio de los fondos ya recaudados, el CFNS se centró en encontrar más organizaciones que pudieran contribuir.
«Decidimos que teníamos que unirnos para ayudarles a conseguir el resto del dinero que necesitaban, así que nos pusimos en contacto con una docena de organizaciones de nuestra región para pedirles que nos ayudaran a recaudar otros 25.000 dólares. Tras esta petición, acabamos recaudando un total de 55.000 dólares de siete organizaciones para ayudar a la TCCN a mantener sus puertas abiertas», explica.
Cuando llamaron a la TCCN para comunicarles la noticia, fue justo a tiempo. Los miembros de la junta directiva del TCCN estaban a punto de llamar a las familias para comunicarles que cerrarían sus puertas el lunes siguiente. En cambio, llaman a las familias con buenas noticias.
«Un hombre nos llamó para darnos las gracias por ayudar a la TCCN. Tiene un hijo en la guardería de transición y dos gemelos que empezarán preescolar el año que viene. Quería decir cuánto aprecia a todos los que han ayudado a mantener abierta la guardería para que él pueda seguir yendo a trabajar», dice.
Respuesta a necesidades inmediatas
La rapidez de pensamiento y acción del CFNS y las contribuciones de las organizaciones vecinas demuestran lo importante que es el cuidado de los niños para la comunidad de Burney.
«Las guarderías no están financiadas en su totalidad por los contribuyentes, así que las familias suelen tener dificultades para encontrar un servicio que se ajuste a su presupuesto. Los padres a menudo tienen que tomar decisiones difíciles: dejar su trabajo para quedarse en casa con sus hijos en vez de pagar la guardería, porque el costo de la atención a veces puede ser superior a lo que ganan en el trabajo», explica Megan.
Aunque la Fundación Comunitaria se centra en la solicitud de subvenciones, también está preparada para responder a emergencias.
«Normalmente nos fijamos en las repercusiones a largo plazo a la hora de distribuir fondos. Pero ésta era demasiado importante para la comunidad», afirma.
Megan describe a la gente de Burney como muy amable y cariñosa con los demás. Aunque este año han tenido que hacer frente a numerosos retos, como incendios forestales y un aviso de hervir el agua que obligó a cerrar los negocios durante varias semanas, siguen uniéndose en momentos de necesidad.
«A menudo vemos cómo la gente se une en momentos de catástrofe, ya sean incendios forestales o pandemias. La gente suele unirse con bastante rapidez. Lo interesante de esta situación es que, aunque no haya un incendio forestal o una pandemia en este momento, las organizaciones sin ánimo de lucro siguen sufriendo sus consecuencias. Es un entorno difícil para ellas», afirma.
El CFNS recibe cada año numerosas solicitudes de grupos de todo tipo, muchos de los cuales se enfrentan a los mismos retos que el TCCN.
«Refugios de animales, grupos que trabajan en defensa del medio ambiente, grupos artísticos y culturales… la mayoría se las apañan para salir adelante. Esperamos poder ayudarles a superar estas dificultades para que puedan seguir haciendo su gran trabajo», afirma.
Para más información sobre la Community Foundation of the North State y la Tri County Community Network, visite sus sitios web.