«En Nuevo México puedes hacer cosas como ésta, trabajar en la granja de un amigo durante un día. Puedes ser creativo sobre cómo vives la vida, no necesitas el dinero que en otros lugares».
Un día del verano pasado, estaba por casualidad en el casco antiguo de Albuquerque y me detuve a escuchar a un músico. Cuando terminó, nos pusimos a hablar y mantuvimos una charla amistosa. Dijimos que quedaríamos alguna vez, pero ambos estábamos ocupados con otras cosas y perdimos el contacto. https://vimeo.com/675013563 Tras volver a conectar hace un par de semanas, quedamos en vernos en el Sawmill Market de Albuquerque.
Nos sentamos, intercambiamos saludos y las siguientes palabras que pronunció despertaron mi interés: «Me encanta Nuevo México. Después de vivir en distintas ciudades de distintos países, Albuquerque y Nuevo México son mis favoritas». https://vimeo.com/675014573 Ecuador al mundo Marceliano es natural de Ecuador, y se marchó de casa a Europa en 2000. Es licenciado en ingeniería de sonido y tiene un máster en ingeniería audiovisual. «Empecé a tocar música a los 15 años y luego trabajé como músico. A medida que me desarrollaba como artista, descubrí que me gustaba trabajar el cuero y otros materiales, y mi trabajo artesanal es ahora tan importante para mí como mi música.» Ha vivido y trabajado en París, Ámsterdam, Madrid, y finalmente se trasladó a Albuquerque en 2013. Lleva aquí desde entonces.
Por si todo eso fuera poco, Maceliano también expone su obra en exposiciones en Arizona, Colorado y en todo el Suroeste y el Oeste. «Albuquerque es una ciudad pequeña, es rápido moverse por ella… es lo suficientemente grande sin serlo demasiado. Es realmente genial». «La gente me dice todo el tiempo que les encanta mi arte, mi música y mis joyas», dijo Marceliano. «A mucha gente le gusta visitar Nuevo México, ¡y a esa gente le gusta comprar arte!». Marceliano dijo que el plan original era volver a Amsterdam después de algún tiempo aquí, pero el País del Encanto ejerció sus encantos, y Marceliano dijo que está contento de haberse quedado.
«Tengo una gran calidad de vida. Han pasado más de ocho años y sigo aquí. Tengo amigos, una novia y una vida. Ahora Nuevo México es mi hogar». Fuera del trabajo, a Marceliano le gusta pasar tiempo con su novia y la hija de ésta. Le gusta el aire libre, las aguas termales, la montaña y… también trabajar para productos ecológicos. «Tengo un amigo que tiene una granja y me gusta ir a ayudarle y trabajar allí dos días a la semana. A cambio, recibo productos frescos de su granja, y todos son ecológicos. Los alimentos que cultivan son increíbles, y es una forma divertida de conseguir los mejores productos ecológicos, frescos. Yo ayudé a cultivarlos». Se quedó pensativo y continuó. «En Nuevo México puedes hacer cosas como ésta, trabajar un día en la granja de un amigo. Puedes ser creativo sobre cómo vives la vida, no necesitas el dinero que en otros lugares». Sonrió. «Nuevo México es mi hogar».