«Ser propietario de Del’s es un sueño hecho realidad», me dijo Chase. «Estoy de vuelta en casa en Tucumcari, me encanta hacer mi ciudad mejor, y la comunidad nos apoya. Del’s ha traído mucha felicidad aquí, y estoy entusiasmado con nuestro futuro.»
Durante la trepidante historia de la Ruta 66, la Carretera Madre de América, la gente solía poder seguir la iluminación de neón hasta los lugares. El neón era sinónimo de la Ruta 66, y desde 1956 el restaurante Del’s de Tucumcari (Nuevo México) no es una excepción.
Hoy en día, Tucumcari está experimentando un cierto renacimiento, y hay un nuevo programa de subvenciones que anima a los restaurantes a traer de vuelta el Neón.
Del’s, con su característico toro Hereford y sus luces de neón, siempre ha guiado a la gente a cenar, y hoy no es diferente.
En realidad, esa afirmación no es del todo cierta. Hay algo definitivamente diferente en Del’s, ¡y es su nuevo propietario!
Chase Waters regresó a su casa en Tucumcari para comprar el lugar donde trabajó cuando era un estudiante de secundaria de 16 años: Del’s Restaurant.
Historia
En 1956, Del Akin fundó y dirigió el restaurante Del’s hasta 1978, cuando se lo vendió a su secretaria, Jessica Braziel.
En aquel momento, Del se mostraba escéptico de que «una mujer pudiera dirigir un restaurante», pero el resto, como suele decirse, es historia.
Jessica dirigió Del’s, luego lo vendió, después lo recuperó, lo arrendó y, en 1995, sus hijas Yvonne e Yvette volvieron a casa y compraron Del’s para mantener viva la tradición familiar.
Cuando tenía 16 años, Chase Waters era estudiante de secundaria y empezó su vida laboral en Del’s, y disfrutó mucho de la experiencia.
Tras graduarse en el instituto y comenzar su vida adulta, Chase se mudó durante unos años.
Aprovechó su experiencia en Del’s y trabajó en el sector de la restauración, adquiriendo experiencia y aprendiendo todas las facetas del negocio. Cuando vio la oportunidad de comprar Del’s a sus antiguos jefes, aprovechó la ocasión para volver a casa y contribuir a la revitalización de su ciudad.
Ahora
Chase se está andando con pies de plomo en lo que respecta a los cambios en Del’s, ya que no tiene mucho sentido arreglar algo que no está roto.
A los lugareños les encanta Del’s, y en mi primera noche en Tucumcari disfruté de una cena de bistec allí. (Cualquier sitio con un Hereford en el tejado es señal de buen filete).
El suelo original de losa se mantiene, y el aspecto encaja con Tucumcari.
Chase cambió los uniformes por sombreros de vaquero, pañuelos de cuello y otras prendas del oeste, y el look ha resultado ser popular.
Las personas que se casan celebran sus recepciones en Del’s y diferentes grupos de la comunidad también lo hacen.
«Ser propietario de Del’s es un sueño hecho realidad», me dijo Chase. «Estoy de vuelta en casa en Tucumcari, me encanta hacer mi ciudad mejor, y la comunidad nos apoya. Del’s ha traído mucha felicidad aquí, y estoy entusiasmado con nuestro futuro.»