El Banco de Alimentos de Rhineland, en Altona (Manitoba), se traslada a una nueva sede.
Como la demanda de sus servicios ha crecido en la comunidad, el banco de alimentos se ha quedado pequeño. La Presidenta del Consejo, Angelika Stoesz, dice que están entusiasmados con el traslado.
«El año que viene va a ser muy emocionante. Nos vamos a trasladar a un nuevo local cercano para tener más estanterías donde guardar la comida y más espacio en el interior para que la gente haga cola si es necesario. En nuestro local actual, la gente hacía cola fuera, lo que no es tan agradable en invierno», explica.
Siempre una necesidad
Hasta entonces, y mientras la pandemia continúe y el coste de los alimentos aumente, Angelika afirma que la necesidad de alimentos nunca desaparecerá.
«Las fiestas son siempre una época muy ajetreada para recaudar fondos y alimentos, y estamos muy agradecidos por todas las donaciones que llegan. Pero también hay necesidades después de las fiestas», afirma.
El banco de alimentos atiende a docenas de familias y personas de la zona, y se aseguran de que todos reciban alimentos de su agrado.
«Intentamos que la gente reciba alimentos que pueda comer. No tiene sentido dar a alguien sopa de tomate si no le gusta», dice Angelika.
Un esfuerzo de grupo
Los jóvenes de la comunidad organizan colectas de alimentos que ayudan a llenar las estanterías del banco de alimentos.
Es un gran esfuerzo de voluntariado en sí mismo, pero Angelika dice que el banco de alimentos también está gestionado completamente por voluntarios.
«Nuestro banco de alimentos empezó en 1997, tras la Inundación del Siglo. La inundación obligó a muchas personas a abandonar sus hogares y fue entonces cuando la Cruz Roja vino a ayudar. Ya habíamos formado un comité sobre la posibilidad de crear un banco de alimentos, y cuando terminó la inundación y la Cruz Roja se marchó, nos dieron todos los suministros sobrantes para que pudiéramos poner en marcha el banco de alimentos», explica.
Consejos para retribuir
Angelika dice que la comunidad siempre ayuda para que el banco de alimentos pueda seguir atendiendo a los necesitados, pero hay algunas cosas que el banco siempre está buscando.
«Hay una lista de diez cosas que siempre aceptan los bancos de alimentos. Esos artículos son pasta, salsa para pasta, cereales, carne y pescado enlatados, fruta enlatada, judías enlatadas, verduras enlatadas, sopas y guisos enlatados, y otros artículos no perecederos», dice.
Cuando una organización quiere organizar una campaña de recogida de alimentos para el banco de alimentos, intenta difundir mensajes educativos sobre lo que se necesita.
«Agradecemos todas las donaciones, pero queremos asegurarnos de que todas puedan utilizarse. A veces se donan alimentos caducados y, por desgracia, no podemos utilizarlos, así que nos aseguramos de avisar a la gente con antelación para que compruebe las fechas de caducidad antes de donar», explica.
También se aceptan donaciones monetarias.
«Conseguimos descuentos en las tiendas de comestibles porque podemos comprar alimentos a granel. Esto nos ayuda mucho cuando nos quedamos sin algo o necesitamos reponer los estantes», dice Angelika.Para hacer un donativo y seguir la expansión del Banco de Alimentos de Renania, puedes encontrarlos en Facebook haciendo clic aquí.